El posicionamiento orgánico de contenido en la red es muy complejo, demasiado, quizás. Sin embargo, nadie puede negar que existen tres pilares fundamentales de un análisis SEO que son los que nos sirven para comenzar y para averiguar, en gran medida, cómo lo estamos haciendo. De ellos precisamente vamos a hablaros hoy.
¿En qué debemos basar nuestro análisis SEO?
KPIs
En primera instancia, deberás elegir algunos indicadores clave de desempeño (KPIs). Estos se refieren a las métricas que sintetizan cierta información relativa a tu eficacia y productividad. Distinguimos entre:
KPIs generales
Estos son el número de sesiones que hay en el sitio, los usuarios únicos, que son los reales, la duración media de las sesiones y el porcentaje de rebote, que te indica si la gente abandona tu sitio, o bien, rebota de contenido en contenido, permaneciendo en la web.
KPIs específicos de SEO
Más allá de estos comportamientos generales, es necesario conocer también las métricas más importantes que se relacionan con el posicionamiento web orgánico.
En este aspecto tenemos el origen del tráfico, que nos va a permitir hacernos una idea de qué campañas están teniendo éxito, la velocidad de carga, que se relaciona íntimamente con el SEO On-Page, encargado de que Google te vea con buenos ojos, los backlinks que tienes repartidos por las diversas webs en la red y las keywords que te hacen indexar.
Keyword Research
Por otro lado, nos encontramos con el keyword research. Esto no es más que una búsqueda o pequeña investigación que te permite conocer las palabras con las que se encuentra tu sitio en la red.
Puede que te estés empeñando en posicionar de una manera que no es la adecuada y que por este motivo seas invisible en internet.
Para saber hacia dónde tirar, Keyword Planner de Google es la herramienta más utilizada, además de ser realmente completa. Se incluye en las cuentas de usuarios que tienen Adwords. Esta te va a proponer nuevas kWs que se relacionan con tu principal, pero también te da métricas relacionadas con el nivel de competencia de las palabras o las búsquedas mensuales que se hacen.
En función de estos parámetros tocará ingeniárselas para posicionar orgánicamente con longtails, que son palabras clave más específicas. El público es menor pero también lo es la competencia.
SEO On-Page
Finalmente tenemos el SEO On-Page, que es el tipo principal de posicionamiento en el que debes enfocar tus esfuerzos. Es el trabajo de optimización que haces dentro de tu sitio para mejorarlo de cara a los gustos y requerimientos de Google, de modo que consigues un site más completo y optimizado tanto de cara a los buscadores como a los propios usuarios.
El keyword research previo te va a servir para saber qué keywords tienes que utilizar en tu sitio. Los principales lugares donde las tendrás que incluir serán las publicaciones de tu blog y las páginas de categorías del sitio.
Por otro lado, nos encontramos con las etiquetas HTML, que es el código que usa Google. Las básicas son los títulos y subtítulos, los párrafos, los enlaces y las negritas. De esta manera, estamos indicando, mediante los códigos de cada recurso, que estamos creando textos bien estructurados, completos y atractivos, adecuados para que los usuarios los lean y se sientan cómodos.
Finalmente, tenemos el metatittle, la metadescripción y la URL. Estos sencillos aspectos sirven para indicar, de manera rápida y sencilla, qué se está ofreciendo. En ellos debes incluir tu kW principal.